martes, 1 de abril de 2014

La leyenda de San Jorge



  Acabamos de estrenar el mes de Abril, y con esta magnífica excusa, durante el mismo, iremos
desgranando algunas de las tradiciones y leyendas que son protagonistas en esta época del año.
Que mejor que empezar con la leyenda de San Jorge, al que rendiremos homenaje el proximo 23.

LA LEYENDA DE SAN JORGE
  Cuentan que este singular santo, comenzó a ganar popularidad allá por el siglo XIII, cuando
Jacobo de la Vorágine, un monje dominico, que llegaría a ser obispo de Génova, se decidió a
escribir " La leyenda dorada", una recopilación piadosa de la vida y obra de multitud de santos,
unos 180 nada más y nada memos, entre ellos, la del que ahora nos ocupa.
En modo alguno estamos ante un texto histórico, si no, por el contrario, ante un libro de devoción
cristiana, uno de los más copiados durante la edad media. Es por ello que no es segura, ni tan siquiera
la existencia real de este personaje. No obstante, es uno de los santos con mayor devoción en toda
Europa, siendo patron de multitud de lugares.
Cuentan las crónicas que Jorge, habría nacido en la Capadocia, y que al morir su padre, Geróncio,
oficial del ejército romano, fue su madre, Policromía, la que decidió trasladarse a la ciudad de Lydda,
en Palestina, y la que lo instruyó en la fé de Cristo. Al cumplir la mayoria de edad, y debido a su
origen noble, fué nombrado tribuno militar, entrando al servicio del emperador Diocleciano.
No corrian buenos tiempos para los cristianos, y cuentan que cuando en el 303, este, proclamó un
edicto, mandando perseguirlos, Jorge se negó, y se confesó uno de ellos.
Dice la tradición que fué duramente torturado. Atado a una rueda de cuchillos, sumergido en plomo
ardiente, arrojado en cal viva, y obligado a beber veneno. Finalmente fué decapitado frente a las
murallas de Nicomedia, el 23 de Abril del 303. Su cuerpo fue devuelto a la ciudad de Lydda, y allí
fue enterrado. Y cuentan tambien que ya, durante el gobierno de Constantino I, había en el lugar una
iglesia construida en su honor.  Fué canonizado en el 494 por el papa Gelasio I.
No será hasta el siglo IX que aparecerá la famosa historia del dragón y la doncella, que más tarde,
en la alta edad media, los peregrinos, y las ordenes de caballería se encargaran de difundir por todo
el occidente europeo.
En síntesis, la leyenda cuenta como un fiero dragón, tenia aterrorizados a los habitantes de la ciudad
de Silca, que cada dia pagaban un tributo en ovejas a la terrible bestia. Cuando estas escasearon,
tuvieron que ofrecerle a las doncellas de la ciudad, siendo así, que un día le toco el turno a la hija
del rey. Cuando esta se dirijía, resignada, a encarar su amargo destino, apareció Jorge, que lanza en
mano, derrotó al dragón, salvando a la princesa de su trágica muerte, y consiguiendo que toda la
población abrazase la fé cristiana.
Le rendimos, pues, desde nuestra abadía, este pequeño homenaje.

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